
Tú eres la madre alegre y agradecida.
Cantas las maravillas que Dios hizo en ti.
Dedicas toda tu vida a amar a todos, cumpliendo siempre lo que a Dios le gusta: su voluntad.
MARÍA, haz que, como tú, tengamos la sencillez
de reconocer en nosotros las maravillas de Dios.
Que, como tú, tengamos la mirada limpia para ver la vida como un regalo de amor.
Que, como tú, sepamos agradecer a Dios todo lo que cada día nos regala.
MARÍA, ayúdanos a no ser egoístas ni cobardes, y a decir siempre la verdad.
Ayúdanos, en esta Navidad a dar y dar lo mejor de nosotros mismos a los demás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario